La profesora de la Escuela de Periodismo y Comunicaciones UGM Graciela Ibáñez moderó el seminario, que fue organizado por la Asociación Nacional de Mujeres Periodistas (ANMPE) y la Universidad Gabriela Mistral. Verónica López, presidenta de la ANMPE, dirigió unas palabras a los asistentes, entre los que se encontraban el Director de la carrera de Periodismo UGM José Agustín Muñiz, y la presidenta de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas, Elia Simeone, además de estudiantes de Periodismo de la Universidad y profesionales de medios de comunicación.
El panelista invitado Iván Alvarado es fotógrafo. Uno de sus últimos trabajos fue como corresponsal en Ucrania, donde estuvo 40 días a mediados de año. Para entrar en la zona de riesgo tuvo que actualizar sus conocimientos sobre cobertura en ambientes hostiles en un curso en Polonia, ya que Reuters envía a sus profesionales a cursos de preparación para quienes son asignados en zonas de conflicto. Finalizado el curso, Alvarado cruzó a pie la frontera ucraniana, donde lo recogió un auto que lo llevó hasta Kharkiv, cerca de la frontera con Rusia, desde donde cubrió los acontecimientos.
Alvarado afirmó que “el trabajo de corresponsal de guerra es siempre voluntario porque existe una alta posibilidad de salir dañado. A los periodistas y fotógrafos de Reuters se les pregunta si quieren ir, y se les prepara psicológica y físicamente”.
Además, Alvarado explicó que existe una producción de la agencia para cubrir una guerra. “El corresponsal no es quién decide a dónde ir. Quién se encarga de la logística es la agencia. Los corresponsales reciben instrucciones de los editores y de los equipos de seguridad que la agencia les contrata”. El profesional comentó que a diferencia de lo que sucede en Chile, las agencias internacionales, en este caso Reuters, son quienes se encargan de dar al fotoperiodista toda la seguridad, las herramientas y la información correspondiente para que éste se sienta seguro y pueda cubrir de la mejor manera los sucesos.
Alvarado cerró su presentación enseñando su equipo especial para la cobertura de noticias en ambientes hostiles, como su casco balístico, chaleco antibalas y máscara de gas, y también mostró algunos elementos de trabajo como su lente gran angular y su teleobjetivo. “Son implementos estándar para cubrir una guerra”, señaló.
Javier Martín fue el otro panelista del seminario. Es experto en cobertura de conflictos bélicos, con más de 20 años de experiencia en la zona del Medio Oriente. A diferencia de Alvarado, Martín además de hacer el trabajo de periodista ha tenido que ocuparse de la logística. Esto ha derivado en que Javier Martín se haya visto expuesto a situaciones de riesgo, las que relata en su libro: “Estado Islámico, geopolítica del caos”.
El enviado especial señaló que “ninguna noticia vale tu vida, y por mucho implemento de seguridad y preparación que uno tenga, la amenaza en una guerra es latente”.
Para Martín los implementos de protección son fundamentales. Comentó que estos requieren de una gran inversión, y a veces, estos no se pueden ingresar a todos los países. En Chile no pudo ingresar su chaleco antibalas, porque es considerado un implemento de guerra.
Además, Javier Martín también se refirió a la importancia de la salud mental, que incluye una preparación previa a entrar en una zona de guerra. “Un ejemplo de ayuda psicológica es tener a alguien a quien llamar todos los días a la misma hora”, contó. Esto lo ayudó a mantenerse conectado con su familia confirmando que se encontraba bien. Explicó que es tan importante como la preparación física, ya que las secuelas de la guerra no sólo afectan al corresponsal, sino que también a su familia.
- Texto escrito por Catalina Herrera, estudiante de primer año de la carrera de Periodismo UGM.