“La navegación y la competencia es algo que va en serio. Llevo más de 20 años dedicándole muchísimo tiempo, y es lo mío sin duda alguna”, cuenta Rodrigo Robles Bertossi, estudiante de Ingeniería Comercial de la U. Gabriela Mistral y deportista miembro de la Federación Chilena de Navegación a Vela.
Con 33 años, Rodrigo es un apasionado por el mar y la vida deportiva. Practica la vela como una tradición familiar desde que era muy pequeño, y su mayor aspiración es poder competir durante muchos años más. Es el menor de 3 hermanos y desde muy corta edad tuvo acceso a botes de escuela. Desde entonces comenzó a mostrar sus potencialidades, lo que le permitió asistir a campeonatos a la edad de 10 años con el respaldo de su familia y hermano, que también se dedica al mismo deporte.
Algarrobo es el epicentro de su actividad. Los entrenamientos de los diferentes clubes y la Federación Chilena de Navegación a Vela (Fedevela) se realizan en ese Club de Yates, centro de operaciones para la práctica del deporte y mantenimiento de las embarcaciones.
Robles comenzó navegando en el Optimist, un tipo de vela ligera de un solo tripulante hasta los 15 años de edad, categoría que es parte de la preparación de la escuela de la Fedevela. En simultáneo, también se aventuró con la vela Laser que timoneó hasta los 23 años: “En ese tipo de embarcación fui bien competitivo, asistí a muchos sudamericanos y campeonatos”, explicó.
A medida que Rodrigo Robles desarrolló su carrera, experimentó con su propia embarcación, el J24 que permite de 3 a 5 tripulantes y que está dotado de literas y depósitos de agua dulce para que la embarcación sea apta para travesías de crucero. Durante el 2011, comenzó con la vela Soto 40, que corresponden a barcos más grandes, profesionales y competitivos hasta el día de hoy. “Compartí equipo con argentinos, españoles, italianos, estadounidenses e incluso alguna vez vinieron neozelandeses. Todos ellos participan en la regata de Chiloé, una competencia súper importante de navegación de altura y de un punto a otro, de muchísimas horas, y que cuenta con prestigio regional”.
En el 2014 participó en los Juegos Suramericanos Odesur, en donde el joven fue el “táctico” y junto a su equipo lograron la medalla de bronce. Desde el año 2017 se encuentra navegando en la vela J70, que es un pequeño barco de quilla de carreras construido predominantemente con fibra de vidrio, con la que ha asistido a 2 mundiales y algunos sudamericanos.
En cuanto a la preparación, para Rodrigo lo más importante es sumar horas en el agua e intentar estar el máximo tiempo en competencia. “Acá en Chile es estar compitiendo cada mes, es lo que me mantiene aceitado. Creo que también es importante hacer una buena planificación del campeonato, asignar metas y objetivos y ojalá cumplirlos. También hay que ponerse en el lugar de que te puede ir mal, pero estar cercano a la meta es lo importante”, puntualizó.
Su navegación por Ingeniería Comercial UGM
Al rememorar su vida universitaria, Rodrigo Robles planteó que no ha sido algo sencillo. Estudió un tiempo en otra universidad, pero debió congelar su carrera al verse imposibilitado de combinar deporte y estudios.
Esa pausa de seis años le brindó nuevos aires y no dudó en tomar la oportunidad de ingresar a estudiar Ingeniería Comercial en 2020 a la Universidad Gabriela Mistral, cuando se presentaron las condiciones y los beneficios de convalidación de sus estudios previos.
Con respecto al apoyo de la UGM y su Escuela de Negocios y Tecnología para poder flexibilizar los estudios, el velerista comentó que lo han apoyado muchísimo. “Me han dado incluso más facilidades de las que he necesitado, todos los profesores son muy cercanos. Y en su minuto la Directora de la Escuela tomó contacto con los docentes para abordar una de mis competencias internacionales, y luego solucionamos todos los pendientes. De hecho, el semestre pasado aprobé todos los ramos, por lo que quiero agradecer todo el apoyo que me ha brindado la Universidad Gabriela Mistral”.
En esa misma línea, Tatiana Gomes, la Directora de la Escuela de Negocios y Tecnología, afirmó que “es un honor para nosotros como Universidad el poder apoyar a estudiantes en sus actividades y aficiones, de manera de permitir el desarrollo personal en sus múltiples áreas. El caso de Rodrigo es un ejemplo para otros estudiantes, al compatibilizar sus estudios de Ingeniero Comercial y su carrera como velerista competitivo, lo que nos demuestra que el que lo desea, puede hacer lo que se proponga en la vida”.
Hoy Rodrigo Robles forma parte de un equipo privado, apoyado por la Federación Chilena de Navegación a Vela. Su mirada está puesta en la final de la Star Sailors League Gold Cup (SSL), con sede en Bahrein en octubre y noviembre de 2022; y en el Mundial de St. Pete, en Florida (EEUU) en 2023. “Creemos que nos va a ir muy bien, nos tenemos mucha confianza, el barco que hemos navegado acá en Chile nos ha preparado muy bien y esperamos llegar hasta la última fase”, concluyó el mistralino.